Ya hemos platicado antes de la hermosura y la ingratitud de esta posición, y es que así es, una decisión mal tomada de un arquero puede costarles el juego, las ilusiones de todo un equipo y más allá, de toda una afición. Es por eso que muchos de los porteros no son los mejores técnicamente hablando (que sí cuenta mucho) los mejores porteros son los que saben decidir mejor.
¿Y qué es decidir mejor? Saber qué hacer y cómo hacerlo en el momento preciso, con quién jugar, si salir de puños o descolgar el balón, esos pequeños detalles que al final del juego terminan siendo grandes detalles, son los que sencillamente hacen a un portero, un portero de temple y de carácter.
Más allá de los aspectos tácticos, técnicos y físicos, viene una de las partes más difíciles de trabajar, la psicológica. Y es justo aquí donde se forma el temple y el carácter de un arquero, que sabe cuando tomar riesgos, cuando adivinar, cuando achicar y cuando salir de puños, es justo aquí y sólo aquí, donde se diferencía un excelente arquero a un...portero y hasta ahí.
Aprende a tomar decisiones acertadas en la canchas y serás el mejor, trabaja en el día a día, aprende de tus errores, porque los vas a tener en el camino, pero nunca te rindas, siempre da lo mejor de ti y decide correctamente, sólo así, estarás dentro de los mejores.
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Nos vemos en la próxima.
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